martes, 18 de agosto de 2009

La poesía vestida

A veces, más de las que creemos,
la poesía se pasea ante nuestros ojos,
inadvertida, como de tapadillo.

Pero la poesía tiene más de un rostro, cuerpo,
y hasta cabalga en el viento.

Convive en nuestras casas, detrás de los espejos,
sonríe, llora y duerme en cama estrecha.

Sale por la calle, de día y de noche,
vestida sí, no sólo con palabras,
materializada como objetos cotidianos,
cual camaleón en todo lo que creemos, queremos o despreciamos,
en beso con lengua, en mordisco fiero.

Palabras untadas en óleos,
coloreando un río de silencio,
pintando en el suelo, un museo de sentimientos.

No hay comentarios: